lunes, 26 de marzo de 2012

Unos viven y otros sobreviven

El crecimiento económico y los ingresos no se distribuyen equitativamente. Eso es algo que podemos ver claramente en nuestra sociedad actual. Por un lado tenemos la educación y la sanidad, dos servicios que supuestamente están al alcance de todos. Pero esto requiere tirar de gasto público, lo cual hay que financiar con nuestros impuestos. Se supone que con esos impuestos "no llega" y que hay que aumentarlos, como el caso del copago, que al fin y al cabo es como pagar dos veces, tu cotizas a la seguridad social y a parte tienes que pagar por las recetas. El problema viene cuando el salario de una familia no llega para pagarlos, o llega con las consecuencias de no poderse permitir algo tan necesario como un techo o comida. Son medidas que hacen que en esta sociedad los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, y así las cosas no funcionan. 

Por una parte yo veo una mala gestión por parte de los partidos políticos. Son ellos los que se ocupan de gestionar el dinero destinado a sanidad y educación, pero si te gastas el gasto público en cosas innecesarias es normal que no llegue.  Además sus salarios en mi opinión, y creo que en la opinión de todos, llegan a cifras desorbitadas. Es evidente que tienen una responsabilidad y hay que retribuirla, pero con un límite y un equilibrio. Es más, un médico tiene una responsabilidad mucho más grande y más centralizada que la de un político y el salario es menor. Por lo tanto, se deberían hacer ciertos ajustes respecto al dinero que ganan, y equipararlos con los salarios que ganan la mayoría de las personas que formamos está sociedad.

Por otro lado no se ha generado empleo suficiente. El problema no está en que otra persona gane más que tú, el problema está claramente en la falta de oportunidades. Si no hay trabajo es obvio que la pobreza de las familias ira en aumento. Además nos encontramos con el problema de que la edad de vida ha crecido, por lo tanto, hay mas ancianos que mantener mediante las pensiones. Estás pensiones vienen también de lo recaudado por medio de la cotización de trabajadores, pero si no se trabaja no se cotiza.

Entonces mi conclusión es la siguiente. Hay que invertir más en educación para que los niños salgan personas formadas, tanto intelectualmente como emocionalemente, que tengan conciencia social y sean personas de bien, con aspiraciones y ambiciones, pero sin pisar a nadie. Hay que crear futuros emprendedores y premiarlos para que fomenten el empleo y todo el mundo tenga derecho a un trabajo digno que le de para vivir bien. El que mejores cualidades tenga vivirá un poco mejor, eso es inevitable, pero el problema que hay que erradicar es la desigualdad extrema. Que todos vivamos bien, habiendo otros que vivan un poco mejor no es el problema. El problema es que unos vivan y otros sobrevivan.



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martes, 6 de marzo de 2012

Los amos del mundo, por Arturo Pérez-Reverte

Hoy os traigo un artículo de un gran escritor español que muchos conocereís, Arturo Pérez-Reverte.
Llevo leyendo artículos suyos desde hace años y la verdad es que me encanta, porque ¡no tiene pelos en la lengua y dice verdades como puños! Es todo un ejemplo a seguir para mí. ¡¡Espero que os guste!!

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos.Usted no sabe que cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero como cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de un aferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokyo -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta un partido del domingo. Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir enla silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos,cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economía productiva. alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder, el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría enla aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuetran todos los días.

Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente de la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces -¡oh, prodigio!- mientras los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y  para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.

Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Esto es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar los agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Jefes del mundo o psicópatas?

Me parece increible que en pleno siglo XXI, mientras unos mueren de hambre otros fallezcan por obesidad. En el primer mundo se tiran al día cantidades exageradas de comida, y todavía tenemos que oir que no llegan los recursos para abastecer a toda la población mundial. Los recursos llegan, pero no de la manera en la que son administrados.

En el primer mundo nos han inculcado una idea del bienestar en mi opinión un tanto equivocada. Se centra en los bienes materiales únicamente, olvidando así lo fundamental como es la educación, la sanidad...etc. ¿A donde van dirigidos los recortes del gasto público? A estos dos derechos. Y ¿por qué si son tan importantes? Porque no enriquecen a los ricos.

Entonces, si en el primer mundo ya contamos con cierta pobreza, imaginaros la pobreza de los paises del tercer mundo, que no tienen ni lo básico. Los ricos roban a los pobres, siempre ha sido así, en la misma edad media ya teníamos a los feudales explotando a los campesinos y arrebatándoles sus tierras en caso de no pagar, pues ahora son el FMI, BM y otras muchas entidades financieras las que manejan el cotarro. Avanzamos para bien pero también para mal, y lo peor de todo es que cada vez somos menos humanos y más egoístas. El capitalismo se ha ocupado de que nuestra única preocupación sea crear dinero y nos olvidemos de todo lo demás. Nos da exactamente igual que mueran miles de personas al día mientras no sea un familiar o un amigo.

Esto es lo que llaman primer mundo, desarrollo...es cínico utilizar estos términos cuando somos capaces de dejar morir a gente sin hacer nada al respecto.

Si todos optáramos por ser menos "ricos" para que los pobres fueran menos "pobres" el mundo iría mejor, porque ganaríamos en otro tipo de riqueza, como es la social y la emocional, que en mi opinión son lo único que puede asegurar que este mundo nuestro siga con vida.


Y vosotros ¿Qué opinais?


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