viernes, 28 de octubre de 2011

Quien soy

Cuando te miras al espejo a veces surge la pregunta...¿Quién soy? Curiosa pregunta esta...
Es aquí donde comienza el viaje hasta donde alcanza tu memoria y te trasladas a la infancia.
 Recuerdas aquel día de cole, que no sabes si fue con exactitud el primero o uno de tantos que recuerdas apenas porque eras muy pequeño para almacenar recuerdos todavía. Recuerdas a tus compañeros, personas que hoy en día muchas son desconocidas para tí, meros nombres y meros actores en la historia de tu infancia. De entre ellos queda alguno, si es que queda, porque el destino lo quiere así o porque tu has decidido que esa persona merece un hueco en tu vida. No sabes si es la costumbre, la cantidad de cosas que habeís vivido juntos, o la persona en sí. Yo creo que es más bien una mezcla de todo ello.
Por desgracia no todo fueron días felices.
También recuerdas a aquellos que te hicieron llorar, y no me preguntes porque pero a veces esas cosas se recuerdan con más fuerza, quizas por la tendencia a sufrir que esta sociedad a creado en nosotros. Al recordar estos malos momentos y basandote en tu experiencia de ahora encuentras mil maneras en las que hubieras combatido esos insultos, abusos y demás...pero te das cuenta de que ya no tiene sentido. Además tu madurez te ayuda a ver que esas personas eran en realidad personas más debiles que tú, que al meterse contigo, al hacerte sentir como un completo estupido, cobarde, inutil...se sentían mejor. Porque esas personas siempre han necesitado hundir a alguien para sentirse ellos ALGUIEN. "Problemas absurdos y sin importancia" decían muchos y yo respondo "Problemas propios de la edad, absurdos a tu parecer, pero PROBLEMAS".
 Recuerdas a los primeros amores, cuando brotaron tus sentimientos por otras personas, el deseo de sentirse querido, apreciado y valorado por otros, a veces más que deseo necesidad.
Poco a poco las burlas habían acabado con el amor y respeto que debías sentir hacia ti mismo. Los prejuicios de la gente te hacían creer que tu realmente eras lo que ellos decían. Y al no apreciarte tanto como deberías acababas dependiendo de que otras personas te quisieran. Todavía no habías descubierto amigo, que si tu no te quieres, si tu no te respetas y si tu no te valoras, nadie lo hará.
Hoy en día miras al pasado y son tantos los momentos vividos, los buenos y los malos, los aciertos y los errores...un cumulo de cosas que al recordar te traen alegria o tristeza...pero una cosa quiero que quede bien clara:
No merece arrepentirse del pasado, porque al fin y al cabo, esa persona que ves hoy en el espejo y de la que( si haces una buena y profunda reflexión ) deberías sentirte orgulloso, es el fruto de todo lo que has vivido, porque sin "malo", tampoco habría "bueno".

Sed felices!

No hay comentarios:

Publicar un comentario